Intensidad, impacto, energía y descontrol. Los cuerpos son llevados al límite en este trabajo escénico, sensorial y digital que une danzas contemporáneas, urbanas latinoamericanas y sociales.
Dirigida por Pepo Urrea Silva, el montaje utiliza la danza como una respuesta al peligro, un punch a los sentidos para chocar-se, estrellar-se, encontrar-se e impactar-se como ejercicio de creación. Una obra que indaga en el impacto como energía transformadora, mediante las danzas contemporáneas, urbanas, sociales y las técnicas de combate orientales.
Mediante la entretención, el absurdo y lo desgarrador, la obra integra una experiencia senso-digital para reactivar la movilidad del ser humano, desatar sus potencias y bailar las urgencias de nuestro contexto actual.
La obra canaliza las energías para la reconstrucción de ideales que construyan un mundo más amable que potencie la salud, la protección personal, la disciplina mental, la forja del carácter y la autoconfianza.
Se recogen bailes centroamericanos de choque, el fogó brasilero, con el Taekwondo, el Sumo y la Lucha Libre, para configurar un cuerpo que exige y es exigido en crisis. Se busca estrechar el vínculo entre arte y humanidad, integrando al espectador a nuevos formatos que hacen frente a la contingencia, relacionando danza contemporánea social y los deportes.
Este ejercicio escénico es el resultante de un proceso de creación en centro NAVE, que mediante la convocatoria de danza y circo digital de centro GAM genera una transmisión online que insiste en mantener viva la experiencia escénica, y que mediante la filmación a plano secuencia, integra la cámara como un agente vivo en la escena.
Dirección y mezclas sonoras: Pepo Urrea Silva – La Mutante CO | Asistencia: Alexandra Mabes | Intérpretación – Performers: Pedro Tugas, Ninoska Soto, Jorge Olivera, Felipe Allende | Dirección Audiovisual: Bruno Torres Meschi | Diseño Indumentaria: Daniel Bagnara | Illustración: Nicolás Jamett | Realización técnica, apoyo y agradecimientos: Equipo NAVE
“Hoy una vez más hemos sido impactados, de frente, a la cara y sin consideración. Quizás sea tiempo de prender motores, estrellarse y que la velocidad del impacto construya, despeje y libere caminos singulares, que dan origen a un nuevo sentido, a una nueva expansión.” Pepo Urrea Silva.