La muestra, que se exhibe en la Sala Chile del MNBA, propone a través de la museografía una vista que apela a lo sensorial, como por ejemplo la inclusión de cédulas de mármol, grabaciones con cantos populares y la apertura de óculos que dejan entrar la luz natural.
Las obras, que corresponden a diversos períodos y estilos, fueron realizadas principalmente entre los siglos XIX y principios del XX. Se trata de pinturas, dibujos, óleos, esculturas, sobrerrelieves y grabados de artistas chilenos y extranjeros que, articulados en ocho estaciones, dan cuenta las formas de representación de la muerte, el duelo, la melancolía, el sentimiento de pérdida y desamparo tanto individual como colectivo.
Enfermedades mentales, los estados melancólicos y la histeria femenina, diversas epidemias y crisis sanitarias, la orfandad y la pobreza son parte de las temáticas que se pueden asociar a esta selección de obras, que permiten reflexionar de forma crítica en torno a la sociedad de masas, sus dinámicas políticas y económicas. Así, los nuevos escenarios en el campo de la medicina, especialmente la psiquiatría, la antropología criminal, los avances de la industrialización, junto a los conflictos sociales, territoriales y bélicos durante todo el siglo XIX y gran parte del siglo XX, son las temáticas que configuran el paisaje social y las pasiones humanas representadas en la muestra.
«La muerte es una realidad que acompaña nuestra humanidad de manera permanente. Ella, a su manera, nos configura. Por más que intentemos olvidarla, nos sorprende cuando menos lo pensamos, como lo hacen también las miserias, sufrimientos y limitaciones que son como pequeñas muertes. Muerte y vida están íntimamente entrelazadas. Ver este universo de muerte y sufrimiento con los ojos de los artistas nos permite contemplarla con otros ojos y ver su indudable dimensión trascendente. Es lo que esta exposición logra mostrar», comenta Fernando Pérez, director del MNBA.
Esta exhibición «permite reflejar el sentir de una sociedad que debió enfrentarse a un proceso de progreso y desarrollo inusitados, guerras, inestabilidad política y a los inicios de un sistema capitalista que traía consigo no solo avances económicos y tecnológicos, sino también cansancio, explotación y soledad», explica Gloria Cortés Aliaga.
«La muerte y otras miserias nos enfrenta a los diversos modos de vivir las experiencias del sufrimiento, el miedo y la angustia, pero también sobre todo aquello que permite atenuar la dureza del dolor. En los actuales tiempos de pandemia y un proyecto de ley de eutanasia en revisión, la presente exposición intenta reflexionar -a partir de la colección del MNBA- sobre las ideas de la muerte en el campo simbólico-cultural, la incidencia de los aspectos religiosos y políticos o las desigualdades socioeconómicas que condicionan las formas de morir», concluye la curadora.
Entre las obras destacan la pintura El velorio del angelito (ca.1930) de Arturo Gordon; el óleo de gran formato Orfeo atacado por las bacantes (1902) de Fernando Álvarez de Sotomayor; Juana la Loca a los pies de Felipe el Hermoso de Austria, su marido moribundo (1867) de Raymond Quinsac Monvoisin; El niño enfermo (1902) de Pedro Lira; la escultura en bronce Crudo Invierno (1922) de Rebeca Matte; La viuda (1885) de Magdalena Mira y el grabado sobre papel Melancolía (1514/1902) de Albrecht (Alberto) Durero.
También se incluye La ley del honor (1894), realizada en París por el pintor chileno Juan Harris. Popular óleo de gran formato que inspiró el acto teatral Scandale mondain (Escándalo mundano) de Camille de Morlhon en 1907, difundiéndose en pasquines y postales. En ella, el artista transforma a los espectadores en testigos de un macabro asesinato, donde se entrecruzan la infidelidad femenina y lo que se consideraba el honor masculino, tema profusamente abordado por la literatura de la época. A más de 70 años de su creación, esta pieza fue donada al MNBA, sin bastidor, con importantes deterioros y sin mayores antecedentes sobre su origen y circulación, iniciándose en 2020 un proyecto de investigación y puesta en valor, junto al Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), que culmina con su exhibición en esta muestra.
La Sala Chile, el espacio del Museo que alberga la exposición se habilitó especialmente adaptándose a la temática. Así, tras más de 60 años, la techumbre se despejó para dejar ver los óculos (pequeñas ventanas ovaladas) originales del edificio, permitiendo el ingreso de la luz natural. Mediante la transformación del espacio físico se pretende crear una escenografía referida a los espacios mortuorios, apelando a lo sensorial.
Además, se incluyen audios con voces de cantoras -correspondientes al Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional-, quienes expresan su pesar frente la muerte y la enfermedad, para encarnar en primera persona y desde el mundo vernáculo estas experiencias.
Actividades virtuales
Considerando el actual contexto sanitario, se organizarán diversas actividades online como lives en Instagram con la curadora y expertos que permitirán ampliar las perspectivas relacionadas con la experiencia de la muerte, como la medicina o el mundo popular. También se realizará una transmisión en vivo vía Youtube, como parte del programa Desde el Museo, que desarrolla el área de Mediación y Educación del MNBA y que contará con la participación de invitados especiales. Esto se complementa con el audio sobre la pintura El Niño Enfermo de Pedro Lira, vía Whatsapp que se enviará a quienes quieran inscribirse a la lista del proyecto Viajeras.
Autores
Fernando Álvarez de Sotomayor, Giuseppe Bartolomeo Chiari (atribuido), James Bertrand, José Miguel Blanco, Pietro Bouvier, Jacques Callot, Julio Fossa Calderón, Ernesto Concha, Jerónimo Costa, Francisco Domingo y Marqués, Albrecht [Alberto] Durero, Leopold Franz Kowalski, Otto Georgi, Juan Antonio González, Simón González, Arturo Gordon, Juan Harris, Jean-Jacques Henner, Rebeca Matte, Magdalena Mira, Raymond Quinsac Monvoisin, Jef (Joseph) Leempoels, Pedro Lira, José Mercedes Ortega, Guillermo Vergara.