Este 24 de julio el Teatro Baralt cumple 138 años como mediador y servidor cultural, a través de la utilización del escenario para la reproducción de la realidad, el imaginario, los modos de vida y el todo que representa a la humanidad.
El Teatro Baralt es una institución convertida en ícono de la identidad de Maracaibo, con una historia de resurgimiento basada en el trabajo mancomunado de un grupo de actores sociales, culturales, artísticos, académicos y políticos, en períodos de importantes retos.
Los esfuerzos de quienes han hecho posible que hoy el Teatro Baralt mantenga sus puertas abiertas, se convierten en propulsores para trabajar por una institución autosustentable que construya una historia de actividad y desarrollo permanente, sin interrupciones, independientes de las circunstancias externas.
De la evaluación de las condiciones y el servicio artístico cultural del Teatro Baralt en el contexto actual, surgió la creación y consolidación de distintos proyectos para el fomento de la educación en valores como elemento fundamental de desarrollo en la ciudad y, a su vez, para generar la sustentabilidad económica que requieren los espacios culturales para su permanencia en el tiempo.
Para ello, esta institución centenaria alberga un equipo humano calificado, comprometido y consciente de la responsabilidad del Teatro con la ciudadanía. Al mismo tiempo su Junta Directiva, presidida por la doctora Elizabeth Miquilena, alineada con los objetivos de autosustentabilidad y proyección internacional, ejecutan programas y planes en este período de ralentización que atraviesa el país.
Por esa razón, el personal técnico, administrativo, de mantenimiento y la Junta Directiva del Teatro Baralt, en aras de mantener y avanzar, honra estos 138 años trabajando en una programación robusta, continua y diversificada donde confluyen todas las artes y se consolidan proyectos como la Compañía Residente Danza Baralt, Baralt Teatro, Gaita Baralt, Productora Baralt, Librería-Café Baralt y Ediciones Baralt; así como las alianzas con el Teatro Teresa Carreño de Caracas para crear el Núcleo Zulia de la Compañía de Ballet Juvenil Teresa Carreño, sede Baralt.
La Junta Directiva del Teatro Baralt en sintonía con las políticas culturales y las necesidades de la ciudadanía, estimula y promueve la creación de compañías artísticas que apuntan a la formación de seres integrales, al progreso y al estímulo de la producción de contenidos que inviten a la reflexión individual sobre los roles sociales de cada ciudadano.
El nacimiento de estos proyectos también responde a la necesidad de promover la investigación, la creación, el desarrollo profesional en todas las áreas del arte e impulsar al Teatro Baralt como un ente de referencia internacional.
Jesús Lombardi, arquitecto y empresario, asumió la dirección del Teatro Baralt desde el 2019, en uno de los períodos más críticos. Como miembro del Consejo Directivo de FUNDABARALT, Lombardi contempló con preocupación la posibilidad de un cierre técnico por el incremento de los problemas internos de la institución, además de la crisis del país.
“Siempre he pensado que en las crisis surgen nuevas oportunidades para poder innovar en algo”, declara Lombardi. Esta situación lo motivó a asumir el reto de dirigir el Teatro Baralt con la intención de fortalecer y construir nuevas alianzas en el ámbito cultural, con medios de comunicación, empresarios y actores políticos.
La necesidad de convertir el Teatro Baralt en una institución autosustentable, a través de la rentabilidad de sus espacios y la creación de nuevas alianzas, responde a la eliminación de los presupuestos oficiales que permitían su funcionamiento, situación vinculada a las actuales circunstancias de Venezuela.
“Toda esta visión de crecimiento en medio de la crisis pretende rentabilizar el uso de los espacios existentes del Teatro Baralt, aquellos que se estiman remodelar y construir, nos permitirán incrementar los ingresos por autogestión, producción, entre otros”, afirma el director.
Por otra parte, Jesús Lombardi considera pertinente llevar el arte y la cultura a cada espacio para sensibilizar a la población, que en el contexto vigente carece de actividades de esparcimiento, recreación y civilidad, con el fin de mejorar la convivencia ciudadana.
“Al ser el Teatro Baralt un patrimonio cultural en la memoria colectiva del pueblo zuliano, se debe continuar de no decaer en mantener una programación diversa que permita la inclusión de todas las artes en nuestros espacios”, agrega Jesús Lombardi.
La aspiración en cuanto a la edificación patrimonial se concentra en su conservación y adecuación tecnológica, en la construcción y reconstrucción de otros espacios para diversos usos y el acondicionamiento que permita diversificar en otros formatos el quehacer cultural. Es así como se celebran 138 años de historia, servicio y compromiso social “trabajando por la consolidación un equipo humano, para lograr que desde todas las visiones converjamos en una sola, que nos es otra que hacer cultura con calidad para un público que se lo merece”, afirma Lombardi.
(Cortesía Teatro Baralt)