El próximo lunes 27 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Turismo y el Museo Picasso Málaga se une de nuevo a la celebración con entrada libre durante toda la jornada, en un momento en el que todo apunta a la recuperación de un sector fundamental para la economía andaluza y nacional.
La celebración del Día Mundial del Turismo llega este otoño con el país esperanzado en la recuperación de una industria de vital importancia para dar a conocer, preservar y disfrutar su patrimonio cultural de manera confortable y segura, así como generadora de puestos de trabajo y, por lo tanto, pilar indiscutible de una economía globalizada. Es por ello por lo que el Museo Picasso Málaga se une un año más a la celebración del Día Mundial del Turismo el próximo lunes 27 de septiembre de 2021, con entrada libre para todos los visitantes durante toda la jornada, en horario de 11 a 18h (acceso hasta las 17.30h).
En el interior del Palacio de Buenavista, se podrá recorrer las salas del Palacio de Buenavista en donde, bajo la denominación de Diálogos con Picasso. Colección 2020-2023, se muestran actualmente un total de ciento veinte obras entre las que destacan el lienzo Susana y los ancianos (1955), así como un gran tapiz realizado por Jacqueline Dürrbach a partir de Las señoritas de Aviñón. El Museo Picasso Málaga expone además dos obras prestadas por dos grandes museos, hasta principios del año 2022. Se trata de Copa, periódico y dado, un lienzo que Picasso realizó en 1914 de la colección del Musée national Picasso-Paris; y de un cuadro realizado por el artista en 1945, Bodegón con cráneo, puerros y jarra, de la colección del Fine Arts Museum of San Francisco.
Además, podrán admirar las cerámicas que ubicadas en la sala XII del Palacio de Buenavista, en la que se quiere dar protagonismo a esta técnica ancestral que Picasso hizo plenamente suya. En las salas se exhibe además Picasso crea, un largometraje de aproximadamente 20 minutos de duración que se exhibe de manera continua. En esta película, el veterano fotoperiodista David Douglas Duncan cuenta su amistad con Pablo Picasso, recordando algunas de sus conversaciones, evocando el ambiente de sus residencias, así como la confianza y la libertad con la que se le permitió hacer su trabajo.
(Cortesía)