El Teatro Baralt ejecuta un proceso de remodelación de su icónica infraestructura y programación, liderado por el actual director, arquitecto Jesús Lombardi, con el propósito de ofrecer un servicio cultural de mayor calidad a la ciudad.
La última restauración del Baralt fue en la década de los 90, y gracias a las gestiones de la Dra. Lilia Boscán de Lombardi, el apoyo y respaldo del Centro Rafael Urdaneta, el Instituto de Patrimonio Cultural, el Fondo Banco Interamericano de Desarrollo, la asesoría de Paolo D’Onggia y Graziano Gasparini, se logró un importante rescate de la estructura.
Desde el mes de julio, en el Teatro Baralt se realizan trabajos dedicados al acondicionamiento del sistema de enfriamiento de la edificación y la iluminación de la Gran Sala, al mismo tiempo se avanza en la recuperación de los espacios residuales, la remodelación del patio interno, la reubicación de las oficinas y áreas gastronómicas, entre otros.
“El principal reto que tenemos en este momento, desde lo que estamos emprendiendo, es el proceso de recuperación de los espacios que, de alguna manera, tenían mucho tiempo que no se les hacían los mantenimientos debidos por circunstancias diversas”, afirma Lombardi.
Como parte del proyecto relacionado con la edificación, también se planea adecuar espacios para la creación de bibliotecas y salas de usos múltiples, la construcción de otras salas experimentales.
Lombardi manifestó que, para el mejoramiento de las condiciones laborales del personal, se acometerán trabajos de habilitación de espacios dispuestos para comedores, dormitorios y baños que le permitan al talento humano del Teatro Baralt permanecer dignamente por tiempos prolongados cuando así lo demande la programación.
El director del Baralt agregó: “esos espacios que estamos mejorando, van a mejorar obviamente la calidad de servicio que le prestamos a nuestro público”.
Con esta expansión y aprovechamiento del espacio físico del Teatro Baralt, también se está ampliando la oferta cultural mediante el surgimiento de las compañías residentes.
La optimización del servicio, para el director Jesús Lombardi, dará paso a una mayor permanencia del público en las instalaciones del teatro para que las personas que asistan a las actividades puedan quedarse y disfrutar en el patio, donde también habrá una oferta cultural.
“Estamos planificando una programación cultural, que la gente pueda quedarse a tomar unos tragos, a comer con la familia, con los amigos, con las personas que asisten y, en la parte de arriba, ofrecer un servicio gastronómico luego de los espectáculos”, asevera Lombardi.
El Teatro Baralt apunta a convertirse en un espacio donde el ciudadano pueda asistir cuando lo desee, independientemente de la programación. Para Lombardi “el simple hecho de que haya compañías ensayando todos los días, eso le da una dinámica de espacio cultural muy interesante».
Luego de la consolidación de las áreas y las compañías, la aspiración es la nacionalización del talento artístico del teatro, con miras a la internacionalización de las obras que se producen desde el Baralt, “en eso yo soy muy ambicioso”, afirma Jesús Lombardi.
Estos avances en materia de infraestructura y programación, han abierto las puertas para la congregación del sector privado y el sector público en materia cultural, representado éste último por la Gobernación del estado Zulia y la Alcaldía de Maracaibo, que recientemente otorgó al Teatro la Orden “Cacique Nigale” en su Única Clase, por “convertirse en protagonista de los cambios políticos, sociales y culturales que han conducido a Maracaibo por la senda del progreso, la unón y la paz ciudadana”.
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