Esta nueva versión de OH! Stgo busca reflexionar sobre la ciudad y los cuidados. La crisis sanitaria global de los últimos dos años nos ha mostrado que no todes sufrimos las consecuencias de la pandemia de la misma manera. Quienes han sido desproporcionadamente más afectades por los impactos en la salud, el trabajo, el ingreso económico, la educación, la movilidad, la seguridad de la vivienda, y la responsabilidad del hogar es el sector de la población Santiaguina más vulnerable: estratos socioeconómicos más bajos, las personas mayores de edad, las mujeres, niños y niñas y los migrantes. Esta realidad nos ha mostrado los tremendos desafíos urbanos que aún tenemos pendientes en Santiago.
El importante rol del cuidado ha sido por mucho tiempo devaluado, principalmente dada su asociación con las mujeres, lo femenino y con aquellas actividades que no se consideran económicamente productivas. De esta manera, actividades como cuidar de otras personas, mantener los espacios, preparar los alimentos y las cosas que usamos, se dejan en manos de las mujeres cuya labor comúnmente no es reconocida.
La falta de valorización del cuidado también se expresa espacialmente. Un ejemplo de esto, es la escasa valoración del espacio público como lugar de encuentro, diálogo y participación ciudadana. O la evidente falta de atención y cuidado del medio ambiente, cuyas consecuencias saltan a la vista ante lo que nos ha llevado a una emergencia climática sin precedentes. Estos espacios y consideraciones son fundamentales para incentivar la participación en la toma de decisiones sobre nuestros entornos y construir una ciudad que promueva el cuidado, el respeto y la colaboración.
La arquitectura, la planificación urbana y la ciudad tienen un rol importante en la promoción de espacios urbanos cuyo foco sean en los cuidados de una misma, de los otres y del entorno. Queremos invitar a reflexionar sobre estos entornos que atienden y educan en el cuidado, como un principio y capacidad que todes que más allá del género, debemos aprender. Centrar el cuidado en la construcción de Santiago promueve un urbanismo más inclusivo, intercultural, diverso y democrático en el que sus habitantes se sientan seguros y partícipes sin importar su procedencia, género, orientación sexual, etnia, raza o edad.
(Cortesía)